jueves, 18 de noviembre de 2010

Que viene El Pirata Pata palo.

Jueves 16 de Septiembre de 2010.

09:12 h.

Lo pensé y lo vi muy fácil. Me desplacé hasta un tejado contiguo al mío con la intención de arrancar una larguísima antena de TV que parecía pertenecer a algún edificio municipal del ayuntamiento.

Me hice con un tubo de metal hueco lo suficientemente largo como para plantearme usarlo de Pértiga. De esta manera podría saltar de un tejado a otro sin importarme lo mas mínimo la distancia de separación. Creo que lo vi en una película. Que fácil se ve todo en ellas.

Claro que, con el frío que tenía y lo nublado de mi mente lo vi todo igual de fácil que el protagonista de dicho film.

Cogí carrerilla, al llegar al primer salto de tejado que requería ayuda. Aceleré el ritmo de mis piernas lo más que pude, y con pértiga en mano, salté tras haber apoyado su punta en el centro de la calle. Me impulsé con un salto para provocar el balanceo que me iba a dar oportunidad de pasar al otro lado.

Uno, nunca piensa si lo hecho es suficiente o no hasta el momento en el que se está realizando la acción. La precisión es algo que se adquiere con la constancia y el empeño tras unas determinadas repeticiones. A eso se le llama prueba y error, y esta era para mi la primera prueba y lógicamente, mi primer error. Un error que en mi situación, no podía cometer, pues lo que estaba en juego tras el acto de mis acciones era mi propia vida.

Volaba surcando los vientos cual paloma en la ciudad. Al llegar a la mitad de tan ansiado viaje, pude comprobar que mi impulso no fue lo suficientemente grande como para calificarlo de éxito. No iba a pasar al otro lado sin ningún problema.

Me quedé suspendido en el centro de la calle durante unos 15 segundos intentando mantener el equilibrio para no caer. Mi meta era bien sencilla, hacia adelante ó hacia atrás. Nunca hacia los lados.

Finalmente el destino ó mejor dicho, la fuerza de mi impulso, determinaron que debía de ser hacia atrás.

¡Toma!

El golpe que me di contra mi propio tejado fue tremendo. Creo que me he roto algo junto con algunas tejas que volaron por los aires. Mi hombro izquierdo me duele mucho y no me permite mover el brazo.

Enfurruñado como un niño me senté en el borde del tejado al que estoy acostumbrado y me puse a llorar desconsoladamente…

Somos blancos, somos verdes
somos negros y amarillos
somos todos diferentes
y estamos muy unidos

Somos blancos, somos verdes
somos negros y amarillos
somos todos diferentes
y estamos muy unidos

Gazpacho y mochilo
siempre van con pincho
somos fruitis…

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