jueves, 7 de octubre de 2010

Cagando leches.

Lunes 30 de Agosto de 2010.

01:21 h.

Cagando leches.
De nada ha servido encontrar las malditas llaves de la furgoneta. ¿Cómo iba a imaginar que estarían dentro del puñetero cajón de los cubiertos? Si no recuerdo mal, ahí ya miré. Pero ¿Cómo iba a pensar que estarían mezcladas entre los cuchillos?
Es igual, de todas formas al girar el contacto me he dado cuenta de que el depósito estaba vacío.

Susana esta algo más calmada y por lo menos parece razonar un poco más. No obstante pienso que en cualquier momento podría repetirle la crisis de ansiedad que ha sufrido esta tarde.

Ir a pie, va a ser la única y mejor opción que nos queda. Desde luego no pienso permanecer muchos mas días en esta casa.

Ya mas tranquilo y con los nervios en su sitio, creo que me las podré apañarme para regresar a la civilización. Además, parece que he conseguido entender el software de GPS que instale en mi teléfono móvil antes de pensar venir aquí. Va a consumir la mayor parte de mis baterías, pero será la forma mas sencilla de acabar con esta pesadilla.

En el mapa, obviamente no aparece el bosque ni ningún camino. Pero sí me indica la dirección que he de seguir para llegar a un pueblecito llamado “Serrejón”.
Espero no encontrarme con ninguna pared ni barranco por medio. Iré con cautela.

Mañana a primera hora de la mañana, en cuanto la luz del sol nos permita ver, partiremos Susana y yo hacia lo desconocido. Si todo va bien, a mediodía podré escribir algún mensaje por la noche. Seguramente habré recorrido casi la totalidad del camino.


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